LOS ETERNOS ENGAÑOS.
Desde cuando os fijáis en lo que desea el pueblo, el
pueblo desea su retorno lo antes posible
a su tierra natal por cualquier precio, y ha sido demostrado desde el primer
alba de la revolución, pero como siempre las condiciones y situaciones vienen a
obstaculizar ese deseo.
Las circunstancias exigidas por la naturaleza, no
tienen combate ni se pueden combatir, pero las artificiales, montadas para
fines lucrativos, tampoco se pueden
combatir por engaños y mentiras, esto requiere una voluntad nacionalista
profunda de verdad, por lo que quiere decir que no tenemos solución de aquí en
adelante.
Hemos dejado al enemigo todo este tiempo tan
importante de nuestras vidas en la nada para arrodillarnos a un Marrueco herido
desde el primer momento, pero siempre le damos el tiempo de curar sus heridas,
y nosotros como siempre nos hundimos en
nuestras miserias.
Desde los primeros
encuentros con el enemigo marroquí bajo los auspicios de la ONU para
encontrar una solución, han sido más que un fracaso, debido a nuestra buena fe,
dejando terreno en todas las charlas, parece que nos están obligando poco a
poco hasta ceder el Sahara a Marruecos, por lo que pedimos que ponen un límite
para los encuentros y una fecha para el
referéndum.
Apostar por la Minurso el primer día era una apuesta más que perdedora, porque no contemplo
de ninguna manera los derechos humanos y durante los 25 años no han avanzado en
nada en cuanto a la celebración de un
pequeño referéndum, que no puede abarcar más de 100.000 persona que deben de
tener derecho según el censo español de los 74 , habían solamente censados
75.000 personas, todo lo demás, son unos retrasos a favor de la ocupación,
aprovechándose de chupar nuestras riquezas hasta el final.
La O.N.U. nunca ha resuelto un problema y sobre todo
si es en África, por que les interesa
que nos matemos, las leyes universales de la humanidad se aplican solamente
cuando se trata de europeos, los demás deben seguir en la miseria hasta nunca. Así
que la única forma de liberar el Sahara, no es estar bajo unos acuerdos que no
trabajan el pueblo Saharaui, ni de cerca
ni de lejos, por lo cual hay que poner fin al incesable acuerdo del cese
el fuego, y buscar otras alternativas que pueden obligar a encontrar una
solución viable para nuestro pueblo.
La solución ha de poner a Marruecos delante una
realidad y sobre todo la económica, no dejarle disfrutar de nuestras riquezas a
su antojo, ya que la ONU no ha tomado en
consideración las posibilidades de
abordar ese tema tan importante que le da siempre un respiro además de la droga, sin olvidar las
represiones en los territorios ocupados, los derechos humanos (que no existen
para los débiles), solo a los Saharauis y nada más que los Saharauis
honrados les importa que llegue un fin
para este conflicto.
Las reglas de la naturaleza no se pueden cambiar, lo
que se arrebató por la fuerza, solo se puede
conquistar por la fuerza, pero la política lo está pintando a su manera
fracasada:
- Una Minurso que vino para celebrar un
referéndum en los cinco años, y son ya 25 años sin avance palpable.
- Un cese el fuego tonto, interminable, para
deshacer la fuerza del FPolisario y sembrar el caos en la población de los campamentos (unidad
nacional).
-Un saqueo eterno de Marruecos a nuestras riquezas, no siente
la crisis, y aboga a mantener sus tropas por los beneficios del Sahara y
mantener el ejército y los colones fuera de su reino creándoles un aire de sostén
político e económico fuera de su reino.
Entonces la política Saharaui debe elegir de ahora en
adelante lo que convenga al pueblo Saharaui en general, y no a un grupo de aprovechados
que no le importa ya el Sahara, hay que ser tan ciego para ver el recorrido y la evaluación de los acontecimientos que nos
imponen, 42 años no son suficientes para volver, pero le dimos a Marruecos un
suspiro de 25 años que las aprovecho muy bien para su ocupación ilegal del
territorio, ya no tenemos tanta paciencia para seguir o esperar que se
aproximen los puntos de vista distanciados por no decir opuestos de los dos beligerantes.
Hay que aprovechar la ocasión en su momento, y no
dejarse llevar por unas políticas viejas,
entregadas y pasadas, basadas en la buena fe, que ya no existe, delante
de un adversario conocido por sus engaños o trampas en el recorrido de su
historia conocida de sobra por los vecinos y por todo el mundo.
Pero hace falta gente decidida y sacrificada solo para
defender la idea de los que cayeron en los combates, la de los que vinieron de
toda parte para liberar un Sahara, la de los
viejos, mujeres y niños que
sueñan por un regreso valeroso, definitivo y próximo a su tierra en vez de
estancarse en los campamentos de refugiados.
Toda
la patria o el martirio.
El
Militante Lahaye.
