Asociación “Saharauis
Indignados”
EXCMO. SR.
D. JORGE FERNÁNDEZ DÍAZ
MINISTERIO DEL INTERIOR
Excelentísimo Sr.:
En primer lugar, deseamos
comunicarle la creación de nuestra asociación “Saharauis Indignados”, que tiene
como finalidad la defensa de los derechos de los saharauis que se hallan en los
campamentos de refugiados, en los territorios ocupados por Marruecos o en la
diáspora.
Por otro lado, queremos
manifestarle que, de un tiempo a esta parte, en el Departamento de Extranjería,
dependiente de su Ministerio, estamos viviendo continuos dramas, que no se
vivían en anteriores gobiernos del Partido Popular, siempre mejor dispuestos
que los del PSOE, en cuanto a la tramitación de la documentación de los inmigrantes
saharauis.
Nosotros no somos argelinos, ni
mauritanos, ni menos marroquíes, aunque nos veamos obligados a valernos de
pasaportes de esos países para poder salir al extranjero en busca de una vida
digna como exiliados que somos. Permítanos lamentar que España haya sido la
causante de nuestra duradera miseria (treinta y siete años de exilio y de
guerra), al llevar a cabo un acto tan contrario al Derecho Internacional como
fue la entrega del Sáhara a Marruecos sin el consentimiento de la población. Ante ello, pedimos a S.E. una actitud generosa
que repare, en parte, ese daño, facilitando la elaboración y la renovación de los documentos relacionados con los saharauis
(residencia, estatuto de apátrida, etc.) admitiendo la documentación de la
R.A.S.D. (Frente Polisario). Asimismo, nos parece de justicia la concesión de
la nacionalidad española, ya que somos españoles de nacimiento, a quienes aporten los documentos del Ex–Sáhara
Español.
Admitimos que se nos exija
confirmar la autenticidad de los documentos y la certeza de nuestro origen
saharaui. Pero, como sabe S.E., los tres países que nos otorgan los pasaportes
no nos consideran ciudadanos suyos. Por lo tanto, no nos conceden los
documentos que nos demandan en Extranjería,
como acta de nacimiento, de matrimonio, de patrimonio, de nacionalidad,
etc.
Por otra parte, la
Administración española debería aceptar que, tras el abandono del Sáhara por parte de
España, no tuvimos posibilidad de optar a la nacionalidad española en los
plazos establecidos por los Decretos-Ley correspondientes, debido al estado de
guerra y exilio, y a la falta de pasaporte que nos permitiera viajar a España
para regularizar nuestra situación.
Por todo lo anterior, suplicamos
a S.E. que, por razones humanitarias (atendiendo a que somos un pueblo
injustamente condenado al sufrimiento) y porque en justicia es un derecho que
nos asiste (al no haber tenido posibilidad real de optar a la nacionalidad
española), adopte las medidas necesarias para facilitarnos la adquisición de la
nacionalidad española, como gesto de la Administración española para paliar un
daño ocasionado por un anterior gobierno español.
Respetuosamente,
Mulay Fely
5 de abril de
2013
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